viernes, 18 de septiembre de 2015

La Misión Sucre Como Sistema Educativo Incluyente y En El Entorno.


Ideas preliminares


La transformación que nos ocupa cuando hablamos de la Misión Sucre, a saber: la posibilidad de ofrecer una educación  no excluyente, afectaría no sólo la realidad del día a día universitario sino los hábitos y costumbres con los cuales enfrentamos ese día a día, y principalmente a las teorías que condicionan nuestra conceptualización sobre lo que es la educación superior, sobre cómo pensamos que deba ser distribuido el conocimiento, sobre como percibimos lo que es valioso, estético, plausible y posible.
Por ello si queremos penetrar en el complejo escenario de la transformación universitaria no podemos hacerlo colocándonos en la óptica cómoda de nuestros patrones y concepciones clásicas o convencionales con el equipo conceptual propio de nuestra tradición.
Procedemos todos de una realidad educativa que ha encerrado los saberes en compartimientos estancos aislados y sin relación: facultades, escuelas departamentos. No fuimos formados para situar, ecológicamente, los conocimientos, la información en una relación con su medio. Hemos sido preparados para acumular conocimientos, manejarlos y a establecer vínculos entre ellos, pero a la vez ignorando otros tipos de organización de los mismos o de relaciones con otros conocimientos.
Debemos experimentar serios cambios en nuestra forma de pensar.
La transformación para concebir una educación superior de calidad y en diferentes contextos para así alcanzar a todos, implicará cambios de valores y prácticas establecidas, y por lo tanto implica riesgo. El cambio podría ser técnico, pero principalmente lo es de valores, organizacional, económico y cultural.
Debemos comenzar a cambiar sobre ideas que mantenemos separadas y concebirlas como una unidad. Todos los recursos técnicos y las imágenes asociadas a nuestro sistema universitario seguramente actuaran como obstáculo al cambio necesario, pues lo importante está en:
·       Cómo concebimos la relación entre la naturaleza de la formación y la instrucción y educación que brindamos a nuestros estudiantes.
·       Cómo concebimos la relación entre aprendizaje y vida cotidiana, comunitaria y doméstica.
·       La naturaleza de la autoridad implicada en la idea de Universidad y la relación con los estudiantes;
·       En el cuestionamiento de la forma como se enseña y se aprende,
·       En percibir la imposibilidad de ofrecer para todos los que se pensó y organizó para pocos,
·       En reconocer la necesidad de pensar de nuevo lo que debe ser para todos y en todos los contextos.
Las respuestas a esas seis formulaciones anteriores es altamente educativa y política, debería proporcionar poder y capacidad de transformación a la comunidad de Misión Sucre,  personas embarcadas en la idea de transformación para el cambio
Necesitamos una formulación teórica que nos ayude a entender el contexto social, histórico y político en el cual se exige y se da esta transformación de la universidad. En los actuales momentos se está viviendo un período decisivo que parecería llevar a cambios profundos en muchos aspectos y particularmente el sistema educativo implícito en Misión Sucre.

UN CAMBIO DE CONCEPTO PARA UNA UNIVERSIDAD DONDE TODOS PUEDEN DESARROLLARSE

A diferencia del inmediato pasado, donde era anatema hablar de Universidad si no se hacía referencia a las funciones clásicas de investigación, docencia y extensión, en la actualidad las universidades pueden ser definidas como organizaciones sociales capaces de evolucionar, adaptarse a su ambiente, permitiendo así el desarrollo de múltiples tipos de instituciones que comparten funciones según sus modalidades y fines para generar conocimiento, impartido, distribuido difundido según la utilidad y pertinencia de dicho conocimiento y de acuerdo con las condiciones de un determinado momento histórico.
Es así como en la actualidad, ya sin complejos de legitimidad podemos pensar en la Universidad como un sistema que no busque replicar la universidad presencial. Importantes teóricos de la educación han señalado que para que las universidades de punta puedan dedicarse a la investigación y el desarrollo y a la formación de jóvenes en los campos del conocimiento mundial, deben existir estrategias creativas para crear instituciones de educación superior novedosas que sean capaces asumir una parte de la demanda social.
Por otra parte otros investigadores han aceptado que las universidades son multidiversas con lo cual se hace referencia a la universidad hacia y para una variedad de grupos humanos, comunidades y culturas. Esta situación de multidiversidad en la cual se debe dar respuesta educativa, nos permite imaginar estrategias y modelos universitarios diversos según las necesidades reales de los pueblos y comunidades, sus presiones económicas, sus necesidades sociales y crear pertinentemente una respuesta transformadora dada la potencialidad de los sistemas universitarios de crear una sinergia y transformación real en los contextos es los cuales nacen, y se desarrollan.
En el contexto venezolano se trataría de ir más allá de una demanda de profesionalización; con esa posibilidad de modelos novedosos que puedan dar atención a la diversidad, y a través de ese poder transformador real de esos modelos de universidad, se trabajaría para dar respuesta a situaciones tales como:


  • ·       El acceso a la universidad en cualquier etapa de la vida.
  • ·       La educación para todos y durante toda la vida.
  • ·     La utilización de formas variadas de intervención para atender la educación de todos a lo largo de toda la vida. 
  •           La enseñanza para emprender
  • ·       La práctica de valores de solidaridad y convivencia.
  • ·       El desarrollo de una cultura de paz.
  • ·       La formación de redes solidarias en todas las comunidades.
  • ·       La atención a las necesidades especiales de las regiones.

Motivos por los cuales cualquier análisis de las universidades o de los sistemas universitarios que se haga en los actuales momentos no puede quedarse ni en la solución de aspectos técnicos operativo s que deben ser corregidos o modificados, ni en el espacio cerrado de las universidades, facultades y carreras tal como están funcionando y como tal vez deberían funcionar más eficientemente, ni en el aumento de matrícula que comprometidamente puedan ofrecer; ahí no está la respuesta que necesita el país para llegar a las masas de venezolanos en sus regiones y contextos.

La perspectiva de la enseñanza universitaria deberá plantearse a través de la apertura, del uso de las tecnologías, del establecimiento de redes globales con otras instituciones mediante las cuales colectivamente y a través de procesos de sinergia y conectividad se capitalizarían las destrezas y se potenciara la productividad, para ofrecer la educación que se necesita en las regiones y en los espacios más aislados del país.

La estructura conceptual del sistema está, en la respuesta que la Misión Sucre trata de dar y hacer realidad en esta búsqueda de la transformación. La respuesta se ha estado dando en un contexto que incluye:

·       La Cuestión Económica: La globalización de la economía y la cultura vs. el desarrollo endógeno y la participación multidireccional de la gente del pueblo.
·       El Conocimiento Tecnológico: la rápida evolución de la información y la comunicación, que modifica los conceptos de tiempo y espacio y formula y dirige cambios profundos en nuestro entorno.

  • ·       La Cultura: la necesidad de democratizar, masificar y descentralizar la acción cultural. La concepción de que" La cultura es el pueblo.
  • ·       La Educación: el surgimiento de la sociedad del conocimiento, de los cambios en los enfoques disciplinarios, y de nuevas y novedosas áreas del conocimiento. La necesidad de la educación permanente y a lo largo de toda la vida.
  • ·       La Realidad Poblacional: La diversidad creciente de la población, las variadas necesidades educativas regionales que deben ser satisfechas.
  • ·       La cruda realidad de la exclusión de generaciones de personas para las cuales no han existido respuestas educativas y que de ninguna manera pueden acceder a los sistemas tradicionales de educación superior


Esta temática ha sido planteada por la UNESCO como paradojas de una sociedad en plena mutación, es un contexto marco que puede facilitar señalar las peculiaridades y diferencias de cada institución universitaria, y en ese diagnóstico situacional es posible posicionar a la Misión Sucre como la institución que plantearía la forma de revolucionar la educación universitaria para alcanzar la universalización de la educación superior universitaria.

Es importante señalar que ciertamente los problemas de organización y funcionamiento tanto académico como administrativo, de formación de los recursos humanos, gremiales y estudiantiles, así como aquellos de orden financiera y presupuestaria conforman un pesado lastre para los directivos universitarios, su solución no es ajena a un nuevo planteamiento conceptual de la universidad que queremos, y tal vez la difícil solución de los mismos se deba a que responden a formas obsoletas y caducas de funcionamiento propias de otros tiempos. La definición conceptual de la universidad que queremos podría resolver muchos de esos nudos de ineficiencia e inercia que caracterizan la realidad de cada universidad.

Estructuralmente La modalidad para este propósito se concebiría como programas académicos de distinta índole, extensión y utilidad, todo articulado a través de las áreas extendidas del conocimiento no sólo con los profesores seleccionados y contratados para tal fin, sino con el personal de otras universidades, empresas, comunidades y entidades variadas.

Por lo tanto, el potencial de la educación no lo estaría sólo en las carreras, programas o disciplinas,  sino en la posibilidad de llegar a una gran masa de interesados y necesitados con ofertas y actividades especiales, sin extraerlos de sus sitios de trabajo y de su residencia. Es decir la potencialidad real de ocupar un lugar en el mejoramiento profesional, en el adiestramiento, en la formación de especialistas, en los movimientos de alfabetización y culminación de estudios.

Se afrontaría el reto del desarrollo regional, en el agro, en la formación de la ciudadanía, en la atención de poblaciones remotas privadas del conocimiento. Las mayores oportunidades estarán allí en ámbitos diferentes, que debemos explorar y pensar con un pensamiento divergente, diferente al utilizado por instituciones convencionales altamente centralizadas y concentradas.

LA MISIÓN SUCRE COMO UNA REALIDAD EN FORMACIÓN


Tal como ya lo hemos expresado y lo volvemos a ratificar, en la actualidad la educación de tercer nivel u universitaria se ha convertido en una necesidad para una cada vez mayor cantidad de personas que deben y necesitan optar a ella.
No solamente debemos pensar en el incremento de jóvenes que una vez concluido sus estudios en diversificada, necesitan entrar en una opción universitaria, también es necesario dar respuesta a grandes masas de adultos que deben adaptarse a las cambiantes condiciones de trabajo, y para los cuales se han de preparar programas especiales, no carreras, para atender así en forma eficiente y con calidad escenarios diferentes de desarrollo y competencia. Vemos de esta manera el inmenso reto que significa esta realidad para una educación superior que por siglos ha estado enclavada en estructuras cerradas al entorno.

Para esta realidad debemos pensar en cambios definitivos en los métodos utilizados: de enseñanza/aprendizaje, de clases presenciales, de títulos de corte profesional, de clases magistrales, todas localizadas en campus universitarios difíciles de mantener y de poco acceso a las grandes masas.

También es evidente dentro de este cambio de óptica, como asuntos y condiciones que siempre hemos visto de manera separada e incluso excluyente, pierden esa diferenciación para convertirse en un continuo de estrategias y oportunidades a lo largo de toda la vida, para responder a las necesidades cambiantes de una sociedad y de la población. De esta manera la posibilidad e infraestructura educacional deberá adaptarse a concebir y operacionalizar un gran sistema de educación desde el nacimiento del individuo, pasando por la educación básica con credenciales que capaciten para el trabajo, de la educación media con titulaciones técnicas, de la educación superior con distintas gamas de salidas, del entrenamiento en servicio, el adiestramiento para el trabajo, de los cambios de carreras o de opciones, así como la transferencia entre instituciones, del enriquecimiento educativo en todo momento de la vida y para cualquier interesado.

Se trata de un movimiento desde una educación hecha con coreografía institucional, basada en carreras para jóvenes dedicados al estudio, la formación de los mejores y los más inteligentes, a una que tiene como base las necesidades de una amplia gama de personas, que deben ser estudiantes emprendedores, aprendices activos y usuarios de los sistemas educativos. Todo para poder responder a una sociedad que cada vez más necesita de un potencial humano formado y preparado adecuadamente para contribuir con la prosperidad económica, la paz y seguridad nacional, y el bienestar social. Se trata de convertir a la educación en el motor fundamental de la economía, al valorar adecuadamente y en su justa dimensión las capacidades y destrezas de la fuerza de trabajo del país así como reconocer que la tranquilidad y justicia social es inalcanzable sin esa educación para cada cual según sus necesidades y aspiraciones.
Es así y dentro de esta racionalidad como ha surgido esta respuesta en construcción de la MISION SUCRE que planteando un proceso de municipalización con la colaboración de distintas instituciones de nivel superior, transformará la universidad nacional pública en un sistema que universalice la educación superior masivamente y con calidad, el principio de Democratización de la educación que cobra una nueva fuerza que deberá ponerse a prueba, ya que se trata de que la sociedad, el estado democrático, atienda educacionalmente a todos según sus necesidades, a través de toda la vida y con la calidad requerida, a través de novedosos planteamientos educativos con los cuales sea posible:


  • ·       Focalizar la misión de la educación en los estudiantes, antes que en lo que los profesores quieren y pueden enseñar.

  • ·       Ofrecer una institución centrada en el estudiantado antes que en las escuelas y facultades.

  • ·       Proveer oportunidades reales de aprendizaje continuo, a lo largo de toda la vida.

  • ·       Proveer oportunidades de articulaciones entre empresas y programas, comunidades y programas, necesidades y respuestas dinámicas.

  • ·       Utilizar la tecnología para la atención estudiantil y de las comunidades, a través de recursos variados, y con la expresa visión de brindar una mejor atención a los usuarios separados en el tiempo y la distancia. Por necesidad, no por moda.

  • ·       Poder atender diferentes poblaciones con diferentes necesidades sin tener que modificar estructuras     y funcionamiento. Atender la diversidad.

  • ·       Proveer servicios educativos que puedan ser sostenibles para el estado y sustentables, asequibles y accesibles a las posibilidades de las diferentes comunidades. 

  •     Poder hacer realidad el continuo educacional para crear un sistema de educación concebido como una red en la cual se articulan adecuadamente y sin separaciones estancas: La educación primaria y secundaria, la educación de pregrado, postgrado y profesional, la educación continua a lo largo de la vida, la educación para el trabajo, el adiestramiento, la formación especial, la acreditación.

  • ·       La definición de diferentes redes de distribución del conocimiento propio de la educación superior con todas estas realidades emergentes, que anuncian un futuro distinto para el país y para el mundo.

Este es el reto y compromiso por el cual miles de personas hemos estado trabajando y en el cual hemos aprendido que como proceso inédito y en plena formación; como idea novedosa y propósitos nunca concebidos, debemos perseverar hasta alcanzar plasmar la idea en la realidad para de esa manera brindarle una sólida base educativa a la Revolución Bolivariana. La Revolución no se hace en diez años. Debemos perseverar.