CONCEPTUALES DE LA MISIÓN SUCRE, EN AQUELLOS ASPECTOS MÁS IMPORTANTES SOBRE
EL MODELO EDUCATIVO.
La educación superior no es solamente un
asunto de carreras, títulos y grados. Es centralmente una instancia de
participación en el conocimiento.
Justamente, el aceleramiento de los cambios
tecnológicos, políticos, culturales, sociales y éticos ha puesto de relieve la
necesidad de la educación a lo largo de toda la vida y, para ésta la educación
superior ha sido considerada una plataforma
privilegiada. Pues a esta le toca generar procesos de aprendizaje abiertos
y permanentes, tanto como abrir puertas para que tales aprendizajes tengan
lugar.
Ello requiere que la educación superior
venezolana en un tiempo perentorio asuma el reacomodo, reforma, cambio y/o
transformación de sus estructuras y procedimientos académicos y
administrativos, que hagan propicio el cabal cumplimiento de su misión social.
La revisión o cambio que debe realizarse en la educación universitaria debe conducir a transformaciones profundas en
la concepción de lo académico, de lo administrativo, de lo financiero, a un
rediseño del modelo de relaciones entre y con los estamentos profesorales,
estudiantiles, administrativos y de servicios, que le permitan y favorezcan un
nuevo plano de interrelaciones y vinculaciones entre ellos, con la comunidad,
con el Estado, con el aparato productivo y otras instituciones nacionales e
internacionales.[1]
El objeto primordial de la Misión Sucre es
conformar y consolidar una red de todas aquellas instancias, instituciones y
factores vinculados a la educación superior, que resuelva el problema del cupo
universitario, a través de la generación de nuevos espacios y creación de
nuevas modalidades de estudios convencionales y no convencionales. La idea es propiciar la transformación de
todas las prácticas obstaculizadoras, los métodos de selección y admisión
excluyentes, y de aquellas concepciones
negadoras del derecho a la educación para todos y todas. Igualmente,
promover la reflexión, discusión, concepción e implantación de nuevos modelos
educativos universitarios, con base en los imperativos de la democracia
participativa y protagónica, el diálogo con los actores involucrados teniendo
como referencia fundamental el proceso histórico, social, político y económico
que vivimos.
Directrices de la Misión Sucre. Concebida así la
Misión Sucre se despliega de acuerdo a las siguientes directrices básicas:
Movilización Social
Universalización:
Diferenciación en
las trayectorias formativas:
Municipalización[2]:
Innovación y Flexibilización Académica:
Sentido de Propósito y Trascendencia de la Formación:
Construcción de ciudadanía:
Transformación institucional:
. Por
municipalización entendemos un proceso que haga
posible que los estudios superiores estén indefectiblemente vinculados al
contexto socio-cultural en el que se realiza la práctica educativa. Por ello,
la educación superior debe tener:
- pertinencia socio-cultural,
es decir, en principio debe haber el re-conocimiento de la diversidad
cultural y étnica, lo que significa
reivindicar y dialogar con los acervos y saberes regionales. Una
educación orientada hacia los contextos, problemáticas y cultura regional
y local. Esto conlleva a que
necesariamente se deban planificar, evaluar y utilizar estrategias y
recursos mediados por estas especificidades;
- participación
y corresponsabilidad, esto es, crear y producir saberes y conocimientos
bajo los principios del aprender a aprender y del aprender haciendo en un proceso de desarrollo local,
sustentable y endógeno, promoviendo la generación, en términos de Edgar
Morin, de la ciencia con conciencia,
- generación de
la defensa de lo propio y de la valorización del lugar de origen y pertenencia. Si se
propicia una educación con un currículo flexible, adaptado y adecuado al
contexto local, y si a esto se le suman los sentidos de propósito,
participación y corresponsabilidad, esto posibilita y propicia la creación
de un sentido de arraigo, de pertenencia, al mismo tiempo que influye en
la permanencia de los estudiantes en su proceso educativo[3],
no los excluye, al contrario, los implica, los involucra, los hace sentir
y formar parte del lugar en el que viven[4].
La Misión Sucre es un plan extraordinario,
estratégico y coyuntural que implica una nueva forma de pensar la educación
superior y está definida por las siguientes características:
- La
generación de aprendizajes, saberes y haceres en el marco de un conjunto
de oportunidades, espacios, lugares, condiciones y modalidades de
formación de la práctica educativa universitaria.
- La
adaptación de los estudios universitarios a las particularidades de las
diferentes regiones y localidades, sus pobladores, problemáticas,
expectativas y necesidades específicas de desarrollo.
- La
corresponsabilidad entre todos los participantes: bachilleres, docentes,
instituciones universitarias, gobiernos regionales y locales, sectores
productivos, comunidades y el gobierno nacional.
- La
contraloría social, ejercida por todos los actores vinculados al proceso.
- La
ampliación de las oportunidades de formación universitaria y de los
lugares de aprendizaje y, particularmente, la comprensión del trabajo y la
vida social como espacios de aprendizaje.
- La
actualización permanente y la vinculación nacional e internacional.
- El
aprovechamiento de las tecnologías de la información y la comunicación.
- La
realización de la tarea de la revisión y cambio del actual modelo
predominante de la educación superior, que posibilite una nueva forma de
concebir, planificar y orientar la educación universitaria en Venezuela.
En síntesis la
Misión Sucre pretende ser:
- un espacio para la participación y el ejercicio de
la ciudadanía;
- una acción que promueva el desarrollo local,
regional y nacional;
- un programa de educación superior vanguardia del
proceso de cambios que este sector requiere;
- una práctica educativa innovadora que ofrezca
oportunidades de estudios universitarios e implemente modalidades
educativas que posibiliten el desarrollo de competencias y actitudes
cónsonas con el ejercicio de una ciudadanía responsable.
Objetivos
Específicos:
- Cuantificar y caracterizar la población de
bachilleres que no han podido acceder a la Educación Superior.
- Diseñar e implantar un Programa de Iniciación
Universitaria (PIU), que favorezca el tránsito de los bachilleres a la
educación superior.
- Aumentar la matrícula en las instituciones de
educación superior (IES).
- Conformar una red que integre a todas aquellas
instituciones y organizaciones que puedan cooperar de manera sustantiva en el desarrollo y
consolidación de la Misión Sucre.
- Desarrollar currículos que contribuyan e impulsen
el Proyecto de Desarrollo Nacional endógeno y sostenible.
- Propiciar el desarrollo de un currículum abierto,
flexible, dinámico e innovador que permita desarrollar e innovar planes y
programas de estudio, metodologías y recursos para el aprendizaje, y que
prevea la implementación de modalidades de formación como: la presencial, la semipresencial, la educación a distancia, la no
convencional,
y la acreditación de experiencias, entre otras.
- Promover estrategias de transformación del sistema
de educación superior, con base en el desarrollo endógeno y sostenible,
que impacten en lo local, lo regional y lo nacional, que simultáneamente
corrijan todas aquellas anomalías y desaciertos que han venido
caracterizando a este sector educativo (admisión, sesgo social, deserción,
calidad de la enseñanza etc.).
La Misión Sucre
pretende:
- el desarrollo de competencias y actitudes para el
ejercicio pleno de una ciudadanía responsable; comprometida con los
problemas, necesidades y exigencias del país;
- la elevación del nivel educativo del venezolano y
su acceso a la formación integral y a lo largo de toda la vida, como forma
de empoderamiento de la población que le permita ganar y abrir nuevas
opciones de crecimiento personal y de participación social, económica,
cultural y política;
- la disminución de las desigualdades sociales en el
área educativa, y su impacto favorable en la disminución de las brechas de
desigualdad en otras áreas;
- el fortalecimiento de las capacidades nacionales,
regionales y locales para la producción económica con sentido social y
responsabilidad ambiental; para la garantía de los derechos a la
participación, la libre expresión, la salud, la educación y, en general, a
una vida digna; para la gestión social participativa y la gobernabilidad;
para la comprensión del país, sus regiones y localidades en su diversidad;
para la conservación, rescate y enriquecimiento de nuestro patrimonio
cultural y ambiental; así como para nuestra participación en el mundo
desde una posición de soberanía nacional, integración latinoamericana y
caribeña, defensa de la paz y solidaridad entre los pueblos.
Por tanto, al
masificar la educación superior a través de la desconcentración del sistema y la creación de nuevas
modalidades, alternativas y oportunidades de estudio en todo el territorio
nacional se generará un gran impacto, que en términos generales puede
delimitarse de la siguiente manera:
v En el plano
personal: la incorporación a los estudios superiores de cada uno de los
participantes está asociada a la adquisición de nuevos conocimientos y la
participación en la cultura, a la ampliación de horizontes y al desarrollo
personal, al conocimiento de nuevas personas, el reconocimiento de sí mismo y
el encuentro humano; a la valoración positiva de la familia y la generación de
referentes para las nuevas generaciones, al desarrollo de capacidades para
pensarse y repensarse a sí mismo y a su entorno, para idear y realizar
proyectos y ser útil a los demás.
v La
incorporación de la educación superior al ámbito local y cotidiano, deberá
fortalecer las relaciones de solidaridad de la comunidad y la capacidad
protectora de la familia; fortalecer actitudes positivas para la convivencia,
desarrollar capacidades para la organización y la acción colectiva, incidir
favorablemente sobre otros procesos educativos; impactar positivamente en la
salud y actuar como factor preventivo en relación al riesgo social.
v En el plano
social, las relaciones que se establecen desde el empoderamiento
(derivado del acceso al conocimiento) de la persona sobre sus potencialidades y
fortalezas, le permite unirse con otros para el logro de objetivos colectivos
en diferentes ámbitos.
v En el
plano político el incremento del nivel educativo fomenta la
participación y el ejercicio de los derechos ciudadanos, así como mayor
participación en los servicios sociales, a la vez, que permite la creación de
una nueva cultura política y de los nuevos ciudadanos republicanos.
v En el plano
económico el acceso al conocimiento abre oportunidades para actividades
productivas más allá del empleo, la creación y recreación de formas de vida y
relaciones productivas desde la solidaridad y el cooperativismo, formas
asociativas de distinta naturaleza en donde las ganancias generadas por la
fuerza de trabajo sean distribuidas de forma justa entre los trabajadores.
En el plano transectorial, la
estructura de las Misiones Sucre, Robinson y Ribas desarrolladas por el Estado
durante el año 2003, intenta dar mayor flexibilidad y efectividad a la acción
del Estado, impulsando la transectorialidad y la capacidad de reorganizarse
conforme a las necesidades y
v prioridades
nacionales, para dar respuesta a los nuevos retos de participación e inclusión
que se establecen en las disposiciones constitucionales y el plan de desarrollo
de la nueva república[5].
[1] En los países de América Latina, a partir de
la década de los noventa, se evidenció la necesidad de transformar la educación
superior, se produjeron discusiones en torno a nuevas propuestas de leyes de
educación superior, nuevas modalidades de estudio y uso de las nuevas
tecnologías de la información, entre otros. Ver García Guadilla; 17-37:
2003.
[2] En el sentido de que uno de sus referentes
principales sea la ubicación geoespacial, geohistórica, geosocial, geocultural
y geoeconómica de la práctica educativa universitaria.
[3] A manera de ejemplo,
puede señalarse que, a partir del método de proyectos y de solución de
problemas, desde la cotidianidad del estudiante, y su vinculación a su contexto
sociocultural y geográfico, proponer ejercicios, investigaciones de diversa
índole, trabajos de campo, excursiones y visitas guiadas; fomentando
simultáneamente el arraigo y el amor por lo propio. Véase a Carlos Lanz (comp.): Teoría critica y currículo: Contribución al
desarrollo curricular del PEN. Clemente Editores; 2002.
[4] Este proceso requiere: a) que los distintos gobiernos
locales se incorporen al objetivo de llevar los estudios superiores, a las
diferentes regiones y municipios; b) impulsar las distintas modalidades de
encuentro con los participantes según sus necesidades y disponibilidad
(diurnos, nocturnos, semanales, fines de semana, quincenales, etc.); c)
utilizar distintos recursos para el aprendizaje: videos, programas de radio y
tv., correo electrónico, bibliografías, materiales en formato electrónico; d)
utilización de espacios físicos, como las aulas de escuelas básicas y liceos y
de otras instituciones educativas (que no tengan jornadas nocturnas o de fines
de semana), así como el acondicionamiento de espacios en diferentes instituciones públicas como: cuarteles (que
posean espacios aptos), locales de organizaciones sociales y cualquier espacio
que pudiese ser habilitado para la formación; lo que implica el reconocimiento
y la legitimación de nuevos espacios para el aprendizaje (pues de lo que se
trata es de convertir a Venezuela en un gran espacio para el aprendizaje y
enseñanza al servicio de los intereses, problemáticas, necesidades y
aspiraciones de superación de las grandes mayorías nacionales); y e) la
incorporación de un grupo importante de voluntarios (profesionales
universitarios de diversas especialidades), quienes con cursos intensivos de formación pedagógica,
participen en la Misión como docentes.
[5] En tal sentido, y con la intención de generar
una dinámica social signada por la transferencia de poder al pueblo, a través
del acceso al conocimiento y la información, ha sido necesario el desarrollo de
programas integradores para garantizar el ejercicio del derecho a la educación
en todos los niveles y las instituciones. Este proceso no es exclusivo del
sector educativo, en el sector salud, por ejemplo, podemos observar la misma
tendencia en donde para garantizar el derecho a la salud, ha sido necesario
desarrollar planes como Barrio Adentro, Prosa y Bolívar 2000. El plan Barrio
Adentro consiste en la incorporación de médicos en los sectores populares del
país, para atender los requerimientos de salud a nivel primario. El plan Prosa
es un programa de salud, coordinado por el Ministerio de Salud y Desarrollo
Social y la Fuerza Armada. Y el plan Bolívar 2000 tiene que ver con la
participación de la Fuerza Armada en relación con aspectos vinculados a:
operativos de salud, infraestructura social, emergencias nacionales, vivienda,
etc.
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