Hoy en día la
educación de tercer nivel u universitaria se ha convertido en una necesidad para una cada vez mayor
cantidad de personas que deben y necesitan optar a ella.
No solamente debemos pensar en
el incremento de jóvenes que una vez concluido sus estudios en diversificada,
necesitan entrar en una opción universitaria.
Pero también es necesario dar
respuesta a grandes masas de adultos que deben adaptarse a las cambiantes
condiciones de trabajo, y para los cuales se han de preparar programas
especiales, no carreras, para atender así en forma eficiente y con calidad
escenarios diferentes de desarrollo y competencia. Vemos de esta manera el
inmenso reto que significa esta realidad para una educación superior que por
siglos ha estado enclavada en estructuras cerradas al entorno.
Para esta realidad debemos
pensar en cambios definitivos en los métodos utilizados: de
enseñanza/aprendizaje, de clases presenciales, de títulos de corte profesional,
de clases magistrales, todas localizadas en espacios universitarios difíciles de
mantener y de poco acceso a las grandes masas.
También es evidente dentro de
este cambio de óptica, como asuntos y condiciones que siempre hemos visto de
manera separada e incluso excluyente, pierden esa diferenciación para
convertirse en un continuo de estrategias y oportunidades a lo largo de toda la
vida, para responder a las necesidades cambiantes de una sociedad y de la
población. De esta manera la posibilidad e infraestructura educacional deberá
adaptarse a concebir y operacionalizar un gran sistema de educación desde el
nacimiento del individuo, pasando por la educación básica con credenciales que
capaciten para el trabajo, de la educación media con titulaciones técnicas, de
la educación superior con distintas gamas de salidas, del entrenamiento en
servicio, el adiestramiento para el trabajo, de los cambios de carreras o de
opciones, así como la transferencia entre instituciones, del enriquecimiento
educativo en todo momento de la vida y para cualquier interesado.
Se trata de un movimiento desde una
educación hecha con coreografía institucional, basada en carreras para jóvenes
dedicados al estudio, la formación de los mejores y los más inteligentes, a una
que tiene como base las necesidades de una amplia gama de clientes, que deben
ser estudiantes emprendedores, aprendices activos y usuarios de los sistemas educativos. Todo
para poder responder a una sociedad que cada vez más necesita de un potencial humano formado y preparado adecuadamente para contribuir con la prosperidad económica,
la paz y seguridad nacional, y el bienestar social. Se trata de convertir a la
educación en el motor fundamental de la economía, al valorar adecuadamente y en
su justa dimensión las capacidades y destrezas de la fuerza de trabajo del
país así como reconocer que la
tranquilidad y justicia social es inalcanzable sin esa educación para cada cual
según sus necesidades y aspiraciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario